martes, 29 de julio de 2008

Comics Britannia

El pasado sábado en la televisión, me encontré con un excelente programa en la BBC2 : Comics Britannia. Se trata de un documental en tres partes que se emitió en septiembre de 2007 y ahora este mes de julio lo echaron de nuevo. Una fantástico recorrido por la historia del cómic en el Reino Unido de los últimos 70 años. Pese a vivir en la Pérfida Albión uno es bastante ignorante respecto a los cómics británicos y algunos datos del documental me parecieron fascinantes.

1) La edad de oro del cómic británico transcurrió en la década del 70, contrariamente a lo que ocurrió con la historieta escrita en español o con el cómic estadounidense. En esos años, en concreto en la primavera de 1973 ¡¡se vendían 10 millones de cómics por semana!! Uno de las revistas de cómics más populares de esos años fue Tammy, que se especializó en historias melodramáticas, durísimas para un público infantil-adolescente como era el de dicha revista. Algunos de os cómics publicados en Tammy fueron "Alison All Alone" (en el que la pobre Alison tiene que sufrir la tiranía de unos padres de acogida que la tratan como una prisionera), "Four Friends at Spartan School" (donde cuatro amigos soportaban la extrema dureza de una escuela victoriana) o "The Camp on Candy Island" (el campamento de verano de isla Candy se convierte progresivamente en un campo de prisioneros, con alambradas, torres de vigilancia, uniformes a rayas, etc) entre otros. Una joya de buen humor y buena sintonía...joooer.

2) Es bien sabido que los británicos han disfrutado (y todavía lo hacen) con los cómics bélicos. Los disfrutan pese a sus temáticas recurrentes. Cosas culturales que diría uno. Los documentales sobre la Segunda Guerra Mundial pululan por la televisión como los programas de cotilleos en España, así que algo hay en el ambiente sobre el tema. Ahora bien, cuando en 1979 se publica Charley's War, todo cambió. La guerra ya no era un escenario maniqueo donde los nazis caían como moscas y todo el mundo se aelgraba por ello sin pensar en la muerte de otro ser humano. Con Charley's War los enemigos se humanizan y la tragedia de la guerra adquiere todo el peso de dureza y dramatismo que carecían los cómics que hasta el momento tocaron el tema, ya fuera en USA o en el Reino Unido. Su autor, Joe Colquhoun, que comenzó sus estudios en la escuela de arte, ingresó en la armada en 1943 y tras fnalizar la guerra continuó con sus estudios hasta obtener su diploma en 1947. Su serie Charley's War sobre la Primera Guerra Mundial está considerado en este país como una obra fundamental en la historia del medio. A ver cuando le echo el lazo...

3) La influencia española. Sí, ya sabemos que muchos artistas españoles tuvieron que emigrar al Reino Unido o trabajar para sus casas editoriales, habida cuenta de cómo estaba el asunto en territorio patrio...¡pero qué gustazo ver cómo hablaban de artistas magistrales como Jesús Blasco o Carlos Ezquerra!

Un disfrute. A ver si con tanto premio en España, que si el Nacional de Cómic, el Fnac-Sin Sentido, el Planeta deAgostini, alguna administración se lanza a subvencionar un documental similar para disfrute del cómic patrio. Por pedir que no quede.

lunes, 28 de julio de 2008

Publicidad y cómic

Ian Gordon, en su libro Comic Strips and Consumer Culture 1890-1945 menciona que no es hasta los años 30 cuando los anunciantes en EE.UU. comienzan a utilizar de manera generalizada el lenguaje de la historieta para vender productos. Hasta ese momento, creaciones famosas como las que realizó Richard Outcault sobre su personaje "Buster" para la empresa Buster Brown se limitaban a una única viñeta, sin poner en práctica una secuencia a través de dos o más viñetas. Buster Brown formalmente lanzaría su marca en 1904, tras comprar los derechos a Outcault, en una medida empresarial visionaria de John A. Bush, que en ese momento era uno de los vendedores que despuntaba en la empresa Brown Shoe Company. El señor Bush se convetiría en presidente de la compañía en 1915. Publicidad y cómic irían de la mano desarrollando una estrecha relación que llega hasta nuestros días. Para un muestra un botón con la campaña de publicidad que sacó el Banco Santander hace un par de años.

domingo, 27 de julio de 2008

R.I.P. Bunny Suicides


En una reseña de La cárcel Álvaro Pons comentaba lo intrascendente de esta serie compulsiva de suicidios conejiles. Una suerte de sadomasoquismo y eutanasia a lo conejo. Pero también advertía que estas mil millones de maneras de morir de los bunny suicides enganchan. ¡Vaya que sí! Ayer, en una venta de libros de segunda mano en una iglesia cerca de casa, compré entre otras cosas The Bumper Book of Bunny Suicides de Andy Riley, al módico precio de 50 peniques. Tal vez se haya convertido en la lectura más divertida por tan poco dinero. Pongo aquí algunos ejemplos para que disfrute el personal de la chorrada más grande del mundo...y no por ello deja de ser divertida ;)

Los cinéfilos reconocerán varias referencias conejiles...unas más obvias que otras.





sábado, 26 de julio de 2008

Julián de Lajarín y Martí

Julián observa la vida pasar con una mezcla de escepticismo, ingenuidad y pillería. Vamos, como cualquier niño de su edad lo haría. Se acompaña en su cotidiana aventura de su amigo Diego, con el que comparte su afición al disfraz, los videojuegos y hacer rabiar María, entre otras muchas cosas. Los dos tienen 9 años. Perdón. No quiero que se enfade Julián, porque él es el que tiene 9 años y Diego sólo 8 años y 11 meses. Los detalles importan y ese mes de diferencia no es cualquier cosa a esas edades. Como dicen los autores sobre Diego "el destino le jugó una mala pasada". Julián nació de la mano de José Mª Lajarín (dibujante) y José Martí (guionista) allá por 1999. Como dicen los autores en el blog Julián (que tiene todas las tiras de manera gratuita para disfrute de internautas y blogueros), hay evidentes influencias de Calvin y Hobbes, Mafalda o Snoopy. Un homenaje que se marcan los autores a esos tres monstruos de la tira cómica. Me enteré de la existencia de estas tiras por el blog de Lajarín (que visito puntualmente ) Hecho Yesca. Estuve leyendo las tiras que fue publicando Lajarín en su blog y la verdad es que me eché unas buenas risas. Ahora que he tenido la fortuna de leer los tres números que editaron los creadores de Julián me reafirmo en lo que ya pensaba. Una serie cojonuda, desenfadada, muy divertida y con una frescura como pocas tiras cómicas hay en España.

Desde hace unos años, la tira de cómica de prensa adolecía de un cierto estancamiento. Vinieron a sacarla de su letargo artistas como Ricardo, Puebla, Mauro Entrialgo, Vergara o Manel Fontdevila. Evidentemente, publicar una tira diaria para un periódico como El País, Abc o Público, implica meterse en el fango de la política y la sociedad del día a día. Algo que también hizo Lajarín con su magnífica serie La Huerti y José para El Faro de Lorca. Pero Julián es otra cosa. Toca otras fibras sensibles que cualquiera puede reconocer porque todos hemos sido críos y nos reconocemos de una u otra forma. Tras esas gafotas de Julián me veo a mí mismo intentando entender un mundo que me parecía siempre demasiado grande y extraño. Julián se mueve en el terreno del cachondeo y lo hace como pez en el agua. Pongo aquí algunas tiras para su disfrute pero si quieren ver más sólo tienen que acercarse al blog del mismo nombre.

PD. Sólo una pega...¡queremos más! ¿Algún cómic en breve? ¿Otras tiras cómicas en mente?



De la serie La Huerti y José

viernes, 25 de julio de 2008

Comic-Con 2008


Antes de vivir en los EE.UU. ya creía que los norteamericanos tenían algo especial para la organización de eventos multitudinarios, celebraciones, ceremonias and so on... Tras pasar allí dos años confirmé lo que pensaba y es que señores, America es grande, muuuy GRANDE y saben cómo organizar las cosas y sacarle el máximo partido. Esta semana, se celebra la Comic-Con de San Diego, el mayor festival sobre el cómic del mundo. El año pasado más de 125.000 personas se dieron cita entre asistentes, artistas, colaboradores, etc... Ya veremos este año. El programa completo aquí. Incluso he encontrado una charla, a priori interesante, sobre la historieta en español para el domingo:
Michael Harrison
(University of California at Irvine) explores how the visual imagery in gay Spanish comics provides allows cartoonists to comment on various conceptions of gender, sexual, and national identity. Room 30AB (por cierto que en todas partes cuecen habas. ¿Qué es eso de provides allows? ¿No sobra un verbo?)

Los afortunados que puedan ir que lo disfruten.

jueves, 24 de julio de 2008

Superman en cueros


Por fin le puedo echar un ojo al Nº35 del Boletín Galego de Literatura, dedicado íntegramente al cómic y titulado "Olladas do cómic ibérico". He estado revisando el volumen a salto de mata y tiene muy buena pinta. Además de ser una revista cuidadosamente editada, generosa en extensión (casi 300 páginas), la calidad de los artículos es sobresaliente por lo que he podido leer. La parte final de la publicación se dedica a "Creación", de la que rescato esta colaboración del genial Kiko Da Silva sobre preguntas que siempre hemos querido hacerle al hombre de acero.

lunes, 14 de julio de 2008

El Manglar #7


Hoy va de buenas noticias y es que no es baladí que El Manglar saque nuevo número, el 7, que saldrá el 23 de este mes de julio. La frecuencia de esta publicación no ha podido mantenerse en la inicial mensualidad que buscaba de manera ambiciosa. En contrapartida cada número (dos al año parece que será la norma), vendrá con más número de páginas. Si hacen click en la imagen el propio Manuel Bartual explica los contenidos de este prometedor El Manglar #7

¡TEBEOSFERA ya está aquí!


¡Bonísima noticia! TEBEOSFERA vuelve a la carga en una segunda época que promete mantener y mejorar el nivel de excelencia de esta publicación digital dirigida por Manuel Barrero. Hagan click en la imagen y a disfrutar.

domingo, 13 de julio de 2008

Cuba para principiantes


Si la lectura de Los Supermachos fue un disfrute que por momentos me saltaba las lágrimas de la risa, Cuba para principiantes, sin estar al nivel de hilaridad de los personajes de San Garabato, es uno de esos cómics que sin proponérselo han marcado una época y futuras tendencias en esto de la historieta.


Tenía mucho interés en echarle el lazo a este clásico de la historieta universal. No en vano, el señor Eduardo del Río (Rius) inició con esta publicación la popular serie "para principiantes" que en el ámbito anglosajón pasó a denominarse for dummies. Y vaya si ha tenido éxito el invento...Física para principiantes, Matemáticas para principiantes, Jardinería, Carpintería, Informática y un largo etcétera de títulos que tienen un denominador común: el uso del lenguaje de la historieta en muy diversas temáticas y disciplinas. Poco se podía imaginar Rius que daría con una gallina de los huevos de oro (para las editoriales, claro) al escribir su Cuba para principiantes allá por 1966.


El libro en sí es una historia resumida de Cuba desde una posición ideológica muy próxima al comunismo y, por lo tanto, a favor de la revolución cubana de 1959. Cabe tener en cuenta la fecha de la publicación de este libro, a mitad de los años 60, en pleno periodo de cambios en la Isla caribeña, cuando todavía parte de la intelectualidad europea, francesa en especial (Sartre, Beauvoir...), veía con esperanza y admiración lo que se estaba produciendo en Cuba.


Además del posicionamiento ideológico del autor a la hora de acometer esta empresa, no hay que olvidar los problemas por los que pasó su autor en la elaboración y sobretodo en la distribución del libro. Ninguna editorial quiso publicarlo por "subversivo" y como cuenta el propio Rius tuvo que distribuir 1000 ejemplares casa por casa. Y eso es lo más interesante, desde mi punto de vista, de Cuba para principiantes. El enorme éxito que cosechó (ayudado por la traducción al inglés que se distribuyó en los setenta en USA) convirtió esta historieta en el libro más leído y conocido sobre Cuba hasta el momento.


Encontramos el más puro estilo Rius, su finísima ironía, junto con el cachondeo más fresco que te lleva a esbozar una sonrisa durante toda su lectura. Rius es un maestro de la historieta, eso pocos lo dudan. Aunque en la serie de Los Supermachos se aprecie mejor su maestría en el manejo de la historieta, esta diferente historia sobre Cuba a nadie deja indiferente y resulta una lectura de lo más interesante.
Una lectura muy recomendable tanto por el siginificado de esta obra en la historia de la historieta como por la propia obra. Además viene acompañada de algunas colaboraciones de René de la Nuez, el humorista gráfico más conocido de la historia reciente de Cuba. La obra de Rius merecería ya mismo un espacio en las librerías españolas, porque reediciones ya existen, sin embargo habrá quien piense que no conectaría con el público español. Será porque no han leído Los Supermachos...

martes, 8 de julio de 2008

Organic #41 a #47

Siete entregas de Organic para ponernos al día de las aventuras de Koori y Tomatito contra el pérfido científico loco. De nuevo, finn5fel hace de todo un poco. La historia sigue ¡y lleva ya 47 entregas! ¿Hacia dónde va? Eso no lo sabe ni el propio autor...







sábado, 5 de julio de 2008

Carlos Giménez en Valencia


Ayer fue un día especial. No siempre tiene uno la oportunidad de escuchar y disfrutar de todo un genio de la historieta como Carlos Giménez. La dirección de la revista Turia y la Fnac de Valencia organizaron un evento que, teñido de un ambiente familiar, hizo las delicias de los presentes. Álvaro Pons ofició de maestro de ceremonias. Se otorgaba a Carlos Giménez el Premio Turia a la mejor contribución a la cultura del cómic. Álvaro tiene especial debilidad por Carlos Giménez. Se le nota. Se emociona al hablar de él y ese sentimiento se transmitió en la sala creando una atmósfera perfecta.

Por mi parte, llegué a la cita por los pelos, sufriendo uno de esos días de calor insoportable que nos suele regalar Valencia en el mes de julio. En la sala habría unas 40 personas. Sudado y más contento que un chiquillo con tebeo nuevo, allí me planté con algunos álbumes (no todos por vergüenza) y el primero de la serie 36-39 Malos Tiempos.

Giménez habló largo y tendido. Primero respondiendo a las preguntas de Álvaro y luego las de todos aquellos que quisimos preguntarle en una oportunidad única. Era la primera vez que veía en persona al maestro que ha marcado la historieta española y la ha elevado hasta cotas difícilmente accesibles por otros artistas. No defraudó. Estuvo atento, amable, accesible, hablador. Confirmó (por enésima vez) que las historias de Los profesionales son ciertas, que en realidad eran tan cabrones como parece en las historietas. Explicó su tendencia a la autobiografía y la honestidad que ésta supone para con el lector. Historias de personas comunes, convertidas a veces en héroes y otras en malvados. Personas al fin y al cabo, “como cualquiera de las presentes en este sala. Habrá personas buenas y malas, como en todas partes”. Comentó, a raíz de la primera historieta que aparece en el álbum Barrio, cómo resulta mucho más cercano, intenso y conmovedor que un niño esté dispuesto a cortarse el dedo para convertirse en mártir que destruir dos o tres galaxias con un rayo desatomizador creado por un científico loco para dominar el mundo. Los superhéroes y la ciencia ficción no es lo suyo. La realidad provee a Giménez de todo el material necesario para contar historias (así se definió, “un contador de historias”).

Preguntado por la situación del tebeo en la actualidad, respondió que existe un precario mercado editorial, que las revistas son inexistentes y que el manga y los superhéroes copan las ventas de un producto que ha tenido mejores días. En realidad, lo que le gustaría al autor, con todo el derecho del mundo a sus 66 años, es retirarse de la primera línea de la creación artística. Vivir una vida más apacible, escribir y dibujar sus historietas, claro, pero hacerlo sin la presión del que lo hace para vivir de ello. Si uno lo piensa bien, se le eriza el vello. Que un artista como Carlos Giménez, con más de 40 años a sus espaldas de profesión, no pueda todavía de retirarse es cuando menos preocupante. ¿Pasa lo mismo en Francia, Italia o Bélgica? Desde luego que no. Para sus lectores (“no muchos” decía él, “¡claro que muchos!” gritaba yo) es una suerte trágica que Giménez continúe en la brecha pero no deja de ocultar una situación dramática del mercado editorial de la historieta en España. Así nos va.

Como dijo Pons “los álbumes de Carlos Giménez deberían ser lectura obligatoria en el instituto”. Con todo, me quedo con la suerte de haber disfrutado de un maestro como pocos, de haberme reído de lo lindo con las anécdotas que contó, de haber estrechado su mano cuando me firmó amablemente los tebeos que, nervioso, le traía. Todo una personalidad con los lápices y sin ellos. ¡Qué grande es Carlos Giménez!